El Drogas publica “Un día nada más” (Dro/Warner, 16), un doble CD y un doble DVD que plasma el espectáculo sonoro y visual del concierto que ofreció en Pamplona el 2 de julio de 2016. Fueron cinco horas y media de actuación que muestran la vitalidad y el buen momento que vive con su banda junto con una gran variedad de invitados. Ahora aprovecha la edición de este proyecto para ofrecer una serie de conciertos tanto acústicos como eléctricos. Mientras prepara sus siguientes pasos este artista incansable y con trastornos creativos.
Aprovechando la presentación en acústico de su nueva publicación, el 10 de noviembre de 2016 en el Fnac de Valencia, tuvimos el placer de poder charlar un rato con Enrique Villarreal “El Drogas” y conocer más sobre él y sus proyectos.
El Drogas - En las comidas soy un desordenado de la ostia, desayuno café, la ducha y eso me activa para arrancar. madrugo del copón y para las diez y media las once ya arranco, a no ser que tenga ensayo, entonces igual aparezco en casa a las doce y media y hasta las dos de la madrugada no me puedo dormir porque llego muy activo de los ensayos, entonces duermo unas cuatro horas y vuelta.
LHR - ¿Eso es el secreto?
El Drogas - Sobretodo dedicarse a lo que a uno le gusta, le da para mucho.
LHR - Fue un placer asistir en Pamplona, a “Un día nada mas”, un marco incomparable, la Ciudadela de Pamplona, para el concierto donde ofreciste cuatro formatos distintos desde una recepción a pie de suelo, solo con piano y guitarra, luego en otro escenario las canciones de “La tierra esta sorda” ya con la banda, y en escenario principal dos partes, con la Rhythm´n´Blues Band para luego finalizar con Los disparos del Dr. Gas. Casi seis horas de concierto, ¿como se te ocurre liar toda esta historia?.
El Drogas - No es de repente, cuando empiezo la promoción de “Demasiado tonto en la corteza” , un 28 de diciembre, bueno el día anterior, el 27, pongo el facebook presentación del disco “Demasiado tonto en la corteza” en tres sitios diferentes, la gente pensaba que ostia ¿será verdad?, es el día de los inocentes, a las diez y media estábamos tocando en frente el Instituto Salud de Pamplona, ahí hicimos la parte del Alzhéimer, era verdad que lo íbamos hacer, que íbamos a tomar la calle de nuevo como habíamos hecho otras veces, de ahí nos fuimos donde el gobierno de Navarra para hacer Matxinada, que en euskera significa revuelta, es la parte que nos metemos con todo Dios, y la última parte la hicimos en la catedral, ya con el copón de gente, fue una mañana maravillosa. Total que esa es la presentación del disco, entonces pensé: ostia es un triple pues vamos hacer tres años de gira. Como íbamos acabar eso, tomando la Ciudadela de Pamplona que es un parque municipal.
En el ayuntamiento mandaba UPN, la derechona. La íbamos a tomar la Ciudadela, como habíamos empezado la gira, que viene la policía nos vamos detrás de este árbol. En esto hay elecciones y gana los otros, entonces lo planteo y hacemos el espectáculo dentro de la normalidad.
Hablo con la concejala de cultura, le explico la historia, y si nos ceden el lugar de puta madre. Lo que hicieron es poner los vateres, las valla para acotar las esculturas, etc... La producción ya la iríamos haciendo. Fue tomando forma en el camino durante los tres años. Eso es lo bonito de las cosas, a mi me gusta los tropezones que tienes en el trayecto, como te vuelves a levantar, si hay que rodear un poco.
Ya ahí, a la vez que va a ser un espectáculo, digamos a la usanza normal, hay un equipo de producción que se dedica a ello, un equipo técnico, ahí entra la idea de grabarlo en directo. No sentía la necesidad que se refleje en un directo.
Se va viendo que podría estar bien grabarlo, Warner propone como hacer, ahí estaba la gente con la que trabaje “La tierra esta sorda”, eso me empujo a firmar tres semanas antes.
Estaba dándole vueltas si era o no necesario, pues vi que se podía hacer. Tenia que ser un rollo ameno. No sacar todo por sacar todo. Sobretodo contando con Carlos Raya, que si hay un productor de su talla, pues se hace. Yo no quería aparecer nada en la mezcla de un directo, ni nada de eso, para mi es muy aburrido. Los discos de estudio me gustan porque puedes aportar cosas. Carlos Raya es el culpable de que lo que acaba de salir parezca sencillo porque refleja lo que se dio y tiene un curro detrás de la ostia.
El Drogas - Muy bonito, hice una lista de veinticinco personas, podrían haber sido más gente, empecé a llamar y a proponerles la historia en la que estaba metido, hubo gente que me dijo que sí, otros que tenían que preguntar si les coincidía algún bolo ese día, luego me llamaron y que si, otros que justamente tenían bolo ese día y no han podido estar.
LHR - Debe de ser gratificante el poder reunir a tanta gente y que estén contigo apoyando y participando en tu proyecto.
El Drogas - Si mucho. Pero hasta los que no podían les gusto también el rollo, se sintieron agradecidos y que les hubiera gustado participar. Yo encantadísimo por el recibimiento de la llamada que ha habido, tanto los que han estado como los que no.
Y muy sencillo, tirar mucho de teléfono, mandar una canción y bueno –no, yo prefiero la otra- (risas) pues vale, no me importa que canción fueran a cantar, sino que estuviesen, que formaran parte de ese cipote enorme que se avecinaba. Y tan a gusto. Bastantes de ellos pasaron por el local de ensayo unos meses previos, donde entras en contacto con la banda, que es lo bonito de estas cosas, y otros pues fue el día anterior, fueron doce horas y media de ensayo, bueno desde las diez y media hasta las doce y media que terminamos de la noche, y el mismo día diez minutos antes de recibir a la gente con el piano y la acústica, estuvimos probando también, me tuve que cambiar a toda ostia.
El Drogas - Para hacer esto, lo que se hizo fue reunir a los que entendían de números, tanto los de la Cultura Rock o Black Izar que son con los que trabajo, que echaran números para ver como con dos mil o dos mil quinientas personas se podría cumplir con una producción concreta. Vieron que se podía. Salen a la venta cinco mil entradas y en dos meses se venden. Eso te da una tranquilidad económica que es la ostia. Ahí empieza a plantearse la grabación. A nosotros nos da igual tocar delante de cincuenta personas que mil, ya no por nosotros, pero si lo que es la producción en si, claro. Ahí va a ver mucha gente metida trabajando al doscientos por cien. En fin, sacamos cinco mil, pero nos dice la concejala que no habéis contado con los músicos, los invitados y toda la gente que trabaja ahí, entonces para el seguro había que incrementar el número, por metros cuadrados podríamos haber metido hasta ocho mil personas pero a mi me gusta que la gente tuviera espacio para moverse de un escenario a otro, o salirse y tener sitio para estar a su bola, no quería que fuera como un Viñarock. Pues calculamos que éramos unos cuatrocientos entre músicos, trabajadores y tal, y sacamos seiscientas entradas mas a la venta.
LHR - Aparte reúnes variedad de generaciones, ¿debe de ser gratificante?
El Drogas - Es una gozada, es lo mismo que mi familia, ahí estaban mis nietos, mis hijos y mi socia, estábamos tres generaciones.
Es bonito. Yo en Pamplona voy por la calle quien más me paran son las abuelas, le resulto un ser entrañable y me cuentan sus cosas. Unas veces cosas relacionadas con -que flaco se te ve-, otras veces me para la abuela para decirme que en la guerra civil a su madre le dieron aceite de ricino y le raparon la cabeza, -Enrique no te metas en estas cosas y tal-
Luego formo parte también de esa gran familia en la residencia donde está mi madre con el alzhéimer, ahí vamos todos los días, estas con enfermos y enfermas y ya llevamos años relacionándonos todos, parece que estás en la película “Alguien voló sobre el nido del cuco” donde oyes conversaciones que para mi eso también es muy entrañable y bueno no se así es la vida.
LHR - En vez de preguntarte cuál fue unos de los mejores momentos, te voy a preguntar ¿cual fue el peor momento que pasaste en el concierto en la Ciudadela? ¿Si hubo alguno?
El Drogas - No lo hubo, nunca había hecho algo así. Hice más de maestro de ceremonia que otra cosa, ostia, con los bastones hice algo y tal pero no teatralice las canciones como a mi me gusta hacer. No se me hizo infinito la espera entre canción y canción cuando iba a salir un invitado, tenia una tranquilidad que en mi es innata, y eso que ese hueco de tres segundos sin música, yo que soy un histérico, se me pueden convertir en tres años. Ver la cara de felicidad de los invitados cuando salían, la cara de felicidad del público, la respuesta del todo el mundo, es la ostia.
Destacaría un momento que para mi refleja esa emotividad que supuraba el lugar, fue cuando tras terminar ya el disparos y tal, uno de los invitados nos hizo salir a los cuatro al escenario para saludar, al Brigi, al Txus, al Flako y a mi. Terminamos de saludar y nos vamos hacia la rampa de bajada, recuerdo que me abrace a mi socia descargando así toda la tensión y cuando empezamos a bajar la rampa los cuatro, nos vemos puestos en medio circulo a muchos de los invitados y comienzan a aplaudir. Ese momento refleja muy bien lo que fue, fue muy emocionante, ya no pude más y empecé a llorar ahí como un crío, fue muy bonito, fue una historia que salio del corazón. Te encuentras arropado por una cantidad de gente, que tu además aprecias del copón y te están aplaudiendo, por ejemplo ver la cara de Rosendo, que ostia aguanto hasta el final, la cara de felicidad que tenia es muy representativa, fue la ostia vamos. Muy bonito.
LHR - Y hablando de Rosendo y de bastones, ¿como se te ocurre llamar al escenario a Rosendo sin guitarra?
El Drogas - Sí, fué él.
LHR - Recuerdo que dijiste , - que este no es Rosendo que no lleva guitarra- y le pasaste el bastón.
El Drogas - (Risas) Es la ostia, fue una de las cosas bonitas de toda esa relación de las llamadas telefónicas, mira esta canción y tal, y la gente me cambiaba de canción. Pues Rosendo no me cambio de canción, le dije: -la de “empujo pa’kí” Rosendo-, una del primer disco de Txarrena, que yo creo que es rhythm’n’blues y la ostia, con las dos guitarras, te sueltas en el punteo y tal, y me dice: –oye Drogas sabes que he pensado, voy a ir sin guitarra- (risas). Joder ya me ha roto los esquemas, pero bueno que ostias, me parece de puta madre, no es tanto que este tu guitarra sino que vengas tu como se te pase por los cojones. Y fue así, y ahí apareció sin guitarra. Muy grande.
Lo mismo me pasa con el Yosi, el Yosi tenia que estar, me da igual que cante la canción para dentro o que la cante de espaldas, me suda el nabo. Tengo una relación con él, vamos en los ochenta era la ostia, que si yo le decía madero y a mi él pro-etarra, vamos un rollo de esos. Hasta que nos conocimos y a partir de ahí hemos tenido una relación bastante estrecha, vamos lo quiero del copón y tenia que estar.
LHR - En el directo no sale la canción de “un día nada mas” Héroes de David Bowie, ¿qué nos puedes contar?
LHR - El disco que presentas, recoges los dos conciertos que ofreciste en el escenario principal con la Rhythm´n´Blues Band y los disparos del Dr. Gas, con los diecinueve invitados. Imagino que era mucho publicar además las otras dos partes del concierto, la recepción y la Des- memoria.
Hablando de la Des-memoria y las canciones de La tierra esta sorda he oído que ha salido o va a salir paralelamente a “Un día nada más” otro proyecto llamado “Sombras que la luz grita”. ¿Cuéntame un poco sobre el proyecto?
El Drogas - Eso ya esta. Lo que hicimos en la Des-memoria es la música o mas bien versiones de trece canciones de “La tierra esta sorda”. Eso lo llevamos a teatros de mediano o pequeño aforo, lo teatralizamos, llevamos atrezzos, nosotros salimos vestidos en concreto un poco de época buscando ese punto, detrás se proyecta proyecciones que preparo Clemente Bernad, que es un escritor y fotógrafo de allí de Pamplona, relacionado con la memoria histórica. Eso es otro espectáculo, otra historia, mi tercer paso de ese tema de la memoria histórica, primero fue “La tierra esta sorda”, la segunda durante esa gira la entrada en acústico en los institutos, que luego sale grabado bajo el titulo “En la memoria” con Barricada, este es el tercer paso y el último paso será esa música, con la banda, el generador, la furgoneta he ir a los lugares relacionados con la memoria histórica para dar protagonismo a esos lugares.
LHR - Para terminar ¿que nos va a ofrecer El Drogas en sus nuevos directos?
El Drogas - Pues esto va a ser impresionante, porque solo vamos a ofrecer más que cuatro tíos encima de un escenario y a saco, no va haber ninguna sorpresa, por lo memos entre noviembre y diciembre, va a ser dos horas y pico de hacer el macarra, vamos, me apetece ir como un grupo normal (risas). Poco a poco iréis viendo.
Podrás ver a El Drogas en directo por Madrid (18 noviembre, La Riviera), Bilbao (26 noviembre, Kate Antzokia), Valladolid (2 diciembre, Laboratorio de las Artes), Valencia (16 diciembre, Repvblicca), Zaragoza (17 diciembre, Oasis), Pamplona (22 y 23 diciembre, Zentral) y Barcelona (30 diciembre, Razz 2).
Texto: Oscar Arnau
Fotografías: Juan Díaz